El
presente proyecto tiene como fin, crear una plataforma que facilite
el acceso a los recursos antárticos de microorganismos y
plantas, de una forma que permitirá su valorización
tanto para su desarrollo científico en el área, como
para la biotecnología chilena.
Por sus únicas
condiciones de aislamiento y frío esencialmente, la Antártica
alberga un potencial científico y biotecnológico enorme.
Pero también muy altas barreras de entrada de diferente índole
concurren para dificultar el acceso a este potencial:
I. Geografía y clima: La Antártica, incluso
en sus zonas más “benignas”, sigue siendo la
última frontera de la humanidad. A pesar de todos los adelantos
tecnológicos actuales, logística, desplazamientos
y permanencia siguen siendo muy difíciles y de alto riesgo.
II. Exigencias ecológicas: Siendo por una parte un entorno aún prístino, la ecología
antártica es muy frágil, vulnerable y de difícil
recuperación. Ella debe preservarse rigurosamente, por lo
que el acceso a sus biorecursos no debe tener impacto ecológico.
III. Capacidades científicas: Los conocimientos y la experiencia requerida para trabajar con microorganismos
y plantas de ambientes muy frías no son triviales y requieren
años para adquirirse.
IV. Entorno regulatorio: La obtención
de recursos para fines biotecnológicos en la Antártica
es posible, pero no debe violar los acuerdos internacionales que
regulan la actividad humana en este continente.
La plataforma propuesta puede transformar
estas barreras en un notable beneficio para Chile, al aprovechar
las ventajas naturales de cercanía geográfica, como
también la infraestructura y el capital humano profesional
y científico de sus integrantes. Para lograr esto, se ejecutarán
las siguientes acciones:
a) Potenciar las
actuales instalaciones del INACH en la Antártica y Punta Arenas,
y de la Fundación Biociencia en Santiago, con facilidades
específicas y adicionales de laboratorios que permitan manejar
la cadena de frío. Ello permitirá recolectar y
preprocesar muestras de microorganismos y plantas en el Continente
Blanco y finalmente llevarlas a los laboratorios finales en Punta
Arenas, Temuco y Santiago, en los cuales se llevará a cabo el
desarrollo biotecnológico.
b) Elaborar una logística
adecuada para los tramos de trasporte de esta cadena de frío.
Esta logística no solamente requerirá de los medios
físicos adecuados, sino también deberán elaborarse
y probarse el conjunto de procedimientos y medidas de gestión,
necesarios para esta logística muy especial.
c) También deberá elaborarse y probarse la logística de manejar laboratorios
en la Antártica, nuevamente tanto del punto de vista de los
implementos físicos como de los procedimientos, regulaciones
y de la gestión.
d) Para manejar los aspectos regulatorios
y ecológicos, se implementarán los medios físicos
y elaborarán guías y procedimientos que permitan asegurar
que la bioprospección en la Antártica Chilena se lleve
a cabo en cumplimiento del Tratado Antártico y sus Protocolos.
e) Para probar la cadena de frío,
laboratorios, logística, transporte y los procedimientos
asociados, la Fundación Biociencia llevará
a cabo investigaciones biotecnológicas reales, con resultados
y productos biotecnológicos concretos. Este “Proof
of Concept” servirá además para demostrar, en
términos prácticos, la capacidad de transferencia
tecnológica de la plataforma planteada.
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